lunes, 5 de enero de 2009

El chancho Pepe

Yo sé que la culpa no la tiene el chancho. La tiene el que le da de comer. Sin dudas. Y no es teoría. Es así. El chancho come porque tiene hambre. El que le da de comer, le da de comer para después vendérselo a otros que lo adobarán, aún más, y se lo comerán a su vez. Qué chanchos.
Pepo, el chancho que come y come sin parar desde hace días, lo hace aún sabiendo que morirá desbordado de alimento en unos días. Lo sabe de memoria, intenta evitarlo, pero es difícil no comer cuando se arrastra tanta hambre. De modo que engulle sin parar.
Pobre Pepo, dice el chancho que le da de comer al chancho Pepo. Vivir así, morir igual.
Y le acerca un menú cada vez más tentador.
Margaritas a los chanchos. Para Pepo, de color.

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